La artrosis de hombro es una enfermedad degenerativa que provoca el deterioro del cartílago. A medida que el cartílago desaparece los huesos se desgastan y deforman, generando dolor y limitación de la movilidad y la función. Para su diagnóstico suele realizarse una radiografía, y a veces es necesario otras pruebas más específicas (TC/RM).
El tratamiento inicial incluye medicamentos analgésicos o antiinflamatorios y en algunos casos puede requerir una infiltración para aliviar los síntomas. En los casos que no es suficiente o el paciente está muy limitado, puede requerir una cirugía que consiste en reemplazar la articulación por una prótesis.
Existen varios tipos de prótesis de hombro: prótesis anatómica, parcial o hemiartroplastia, prótesis de resuperficialización y prótesis invertida. Su cirujano seleccionará la que mejor se adapte a sus necesidades. La prótesis anatómica, se utiliza en el tratamiento de la artrosis en pacientes que tienen el manguito de los rotadores intacto (hombro estable). Se llaman anatómicas porque imitan la forma natural del hombro. La prótesis invertida de hombro se emplea en pacientes con daños irreparables en el manguito de los rotadores (tanto en fracturas como en casos de artrosis). La especial configuración de las prótesis invertidas estabiliza el implante y hace que la musculatura se comporte de modo más eficiente en estos casos.
Una prótesis invertida se compone de:
– Vástago humeral: Porción alargada que se fija al húmero. Su parte superior tiene una sección en forma de cazoleta.
– Placa glenoidea: Es el componente que fija la prótesis al hueso de la escápula.
– Glenosfera: Es el componente protésico del lado de la glena. Se fija a la placa glenoidea y tiene forma hemisférica.
– Inserto: Es el componente humeral de la articulación. Se fija al vástago y se fabrica en polietileno.
El tipo de anestesia se escogerá en función de cada caso. Las prótesis de hombro se implantan bajo anestesia general, regional o una combinación de ambas. El paciente suele situarse sentado en una posición conocida como silla de playa y, tras la anestesia, se le practica una incisión en la parte anterior del hombro. En los casos de artrosis, el cirujano limpiará la articulación de tejidos dañados o crecimientos óseos anómalos. Después cortará la cabeza del húmero y preparará éste para la inserción del vástago. En el caso de que la escápula también estuviera dañada, también trabajará sobre ella para su sustitución. El método de implantación dependerá del tipo de prótesis considerada (anatómica o invertida). Una vez que la prótesis esté en posición, el cirujano comprobará que todo es correcto y que el paciente presenta un rango de movimiento adecuado antes del cierre de la herida quirúrgica mediante el uso de suturas y/o grapas.
La artrosis de hombro es una enfermedad degenerativa que provoca el deterioro del cartílago. A medida que el cartílago desaparece los huesos se desgastan y deforman, generando dolor y limitación de la movilidad y la función. Para su diagnóstico suele realizarse una radiografía, y a veces es necesario otras pruebas más específicas (TC/RM).
El tratamiento inicial incluye medicamentos analgésicos o antiinflamatorios y en algunos casos puede requerir una infiltración para aliviar los síntomas. En los casos que no es suficiente o el paciente está muy limitado, puede requerir una cirugía que consiste en reemplazar la articulación por una prótesis.
Existen varios tipos de prótesis de hombro: prótesis anatómica, parcial o hemiartroplastia, prótesis de resuperficialización y prótesis invertida. Su cirujano seleccionará la que mejor se adapte a sus necesidades. La prótesis anatómica, se utiliza en el tratamiento de la artrosis en pacientes que tienen el manguito de los rotadores intacto (hombro estable). Se llaman anatómicas porque imitan la forma natural del hombro. La prótesis invertida de hombro se emplea en pacientes con daños irreparables en el manguito de los rotadores (tanto en fracturas como en casos de artrosis). La especial configuración de las prótesis invertidas estabiliza el implante y hace que la musculatura se comporte de modo más eficiente en estos casos.
Una prótesis invertida se compone de:
– Vástago humeral: Porción alargada que se fija al húmero. Su parte superior tiene una sección en forma de cazoleta.
– Placa glenoidea: Es el componente que fija la prótesis al hueso de la escápula.
– Glenosfera: Es el componente protésico del lado de la glena. Se fija a la placa glenoidea y tiene forma hemisférica.
– Inserto: Es el componente humeral de la articulación. Se fija al vástago y se fabrica en polietileno.
El tipo de anestesia se escogerá en función de cada caso. Las prótesis de hombro se implantan bajo anestesia general, regional o una combinación de ambas. El paciente suele situarse sentado en una posición conocida como silla de playa y, tras la anestesia, se le practica una incisión en la parte anterior del hombro. En los casos de artrosis, el cirujano limpiará la articulación de tejidos dañados o crecimientos óseos anómalos. Después cortará la cabeza del húmero y preparará éste para la inserción del vástago. En el caso de que la escápula también estuviera dañada, también trabajará sobre ella para su sustitución. El método de implantación dependerá del tipo de prótesis considerada (anatómica o invertida). Una vez que la prótesis esté en posición, el cirujano comprobará que todo es correcto y que el paciente presenta un rango de movimiento adecuado antes del cierre de la herida quirúrgica mediante el uso de suturas y/o grapas.
La artrosis de hombro es una enfermedad degenerativa que provoca el deterioro del cartílago. A medida que el cartílago desaparece los huesos se desgastan y deforman, generando dolor y limitación de la movilidad y la función. Para su diagnóstico suele realizarse una radiografía, y a veces es necesario otras pruebas más específicas (TC/RM).
El tratamiento inicial incluye medicamentos analgésicos o antiinflamatorios y en algunos casos puede requerir una infiltración para aliviar los síntomas. En los casos que no es suficiente o el paciente está muy limitado, puede requerir una cirugía que consiste en reemplazar la articulación por una prótesis.
Existen varios tipos de prótesis de hombro: prótesis anatómica, parcial o hemiartroplastia, prótesis de resuperficialización y prótesis invertida. Su cirujano seleccionará la que mejor se adapte a sus necesidades. La prótesis anatómica, se utiliza en el tratamiento de la artrosis en pacientes que tienen el manguito de los rotadores intacto (hombro estable). Se llaman anatómicas porque imitan la forma natural del hombro. La prótesis invertida de hombro se emplea en pacientes con daños irreparables en el manguito de los rotadores (tanto en fracturas como en casos de artrosis). La especial configuración de las prótesis invertidas estabiliza el implante y hace que la musculatura se comporte de modo más eficiente en estos casos.
Una prótesis invertida se compone de:
– Vástago humeral: Porción alargada que se fija al húmero. Su parte superior tiene una sección en forma de cazoleta.
– Placa glenoidea: Es el componente que fija la prótesis al hueso de la escápula.
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