Los meniscos son estructuras en forma de semiluna que rellenan los espacios comprendidos entre las superficies articulares de la tibia y el fémur. Son importantes para la estabilidad y función de la articulación, así como para protegerla del desgaste del cartílago. Pueden romperse por desgaste, siendo la lesión más frecuente, o por traumatismos en personas jóvenes y puede manifestarse como bloqueos totales o parciales de la rodilla, o simplemente como un dolor en los movimientos e hinchazón de la rodilla.

Las lesiones de los meniscos y del cartílago en la rodilla (condropatías) suelen estar relacionadas. Para tratar estas lesiones su cirujano puede recomendarle ejercicios, tratamiento antiinflamatorio y analgésico y el uso de infiltraciones en la rodilla. En los casos de roturas meniscales importantes en pacientes activos se suele requerir un tratamiento quirúrgico. La técnica consiste en tratar el menisco lesionado a través de pequeñas incisiones para introducir una óptica en su rodilla y un instrumental específico (artroscopia).Individualizando cada caso, su cirujano indicará la técnica necesaria, pudiendo realizarse una exéresis y regularización de la porción rota (meniscectomía parcial) o sutura meniscal, según el caso.